Es muy normal que en las reuniones sociales se hable de sexo y de sexualidad. Más todavía si esas reuniones sociales son de miembros del mismo género. Es habitual que entre hombres, se hable de todo ello, pero a diferencia de lo que ocurre cuando estos grupos son de mujeres, que se hable de otra manera.
Y es que, entre los hombres, hay muchos más tabúes que si se trata de mujeres. Los hombres sienten la necesidad de afianzar su masculinidad, de mostrar su fuerza y potencia sexual frente a los otros miembros masculinos del grupo. Afrontar que hay un problema en su vida sexual representa mostrar una debilidad y quien lo sufre asume que va a ser objeto de burlas y risas por parte del grupo.
Y eso es curioso, ya que se ha demostrado que un 35% de los hombres sufre algún tipo de problema relacionado con la sexualidad, así que es muy posible que entre ese grupo de hombres haya quien tenga un problema de similares características.
Entonces, ¿por qué se evita hablar en compañía de esos problemas de sexualidad en hombres?
En el imaginario popular y social, el hombre ha de ser siempre quien lleva la iniciativa en las relaciones sexuales. Ha de ser quien siempre, en la pareja, tiene ganas de practicar sexo y quien cumple de manera perfecta. Tiene un pene de tamaño adecuado, habitualmente largo y ancho, para dar placer a su pareja y además, es capaz de aguantar como mínimo media hora.
Todo esto no son más que mitos que se han asentado en la sociedad y que señalan al hombre. Si no se cumplen todos estos requisitos, es posible que un hombre no sea capaz de mantener el nivel que se exige.
Es un gran problema, ya que no se conocen los problemas reales a los que puede enfrentarse un hombre, no se tienen en cuenta los factores de riesgo y se crea un discurso que no tiene nada que ver con la realidad. La sexualidad masculina es tan compleja como la femenina y hay muchos factores que influyen en ella.
Ni el tamaño del pene importa, ni hay que aguantar media hora, ni hay mayor problema en tener un gatillazo. Los hombres suelen esconder todas esas cuestiones y, algo que es todavía más grave, es que al no percibir que hay un problema de salud sexual, no se acude a los médicos.
Los hombres, en general, no suelen reconocer estos problemas y no acuden al médico para evitar que estos vayan a más. Los problemas sexuales pueden ser leves, causados por alguna causa temporal, como el estrés. Todo esto puede provocar problemas sexuales en la pareja, aunque se pueden solucionar con un tratamiento. Pero, para ello, hay que concienciarse de que hay que visitar al especialista correspondiente.
No hay que fiarse ni de los comentarios de otros hombres, que pueden estar representando su papel de hombre sexualmente activo, ni en internet, donde la información sobre salud suele ser errónea, cuanto menos.
Así que, ante cualquier problema relacionado con la sexualidad en hombres, hay que visitar al médico, para que oriente sobre el especialista que se ha de consultar y conseguir resolver el problema con un tratamiento adecuado, si es necesario.
