Ligar en verano -Circunaro
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El verano es una época propicia si nos apetece ligar, tanto que incluso se acuñó el término “amores de verano” con el fin de describir esas relaciones que empiezan y acaban con esta época del año, casi siempre cuando los miembros de la pareja vuelven a sus residencias habituales.

Durante el estío se suele ligar mucho más que en otras épocas del año, y es que se producen unos cambios que incluso hacen que estemos más receptivos a conocer gente nueva.

Las horas de sol nos activan

La luz es muy importante en nuestra vida, pues la oscuridad nos aletarga y nos predispone a descansar o a dormir como ocurre en invierno, una época en la que al terminar de trabajar es de noche.

En ese momento lo que nos pide el cuerpo es irnos a casa, mientras que en verano salimos de día, con horas de sol por delante y de manera inconsciente hacemos más actividades en el exterior, de forma que las posibilidades de conocer gente aumentan.

Llevamos menos ropa

Ligar tiene bastante que ver con la atracción física y en ello influye mucho el tipo de vestimenta, pues en invierno solemos ir más tapados y menos arreglados, escogiendo las prendas en función del frío que haga ese día.

Sin embargo, cuando el calor aprieta, nos decantamos por prendas más livianas con las que enseñamos mucho el cuerpo y nos arreglamos más, sin olvidar que se destierran los tonos tristes y se escoge ropa de colores atrevidos, la cual nos suele favorecer más.

Hay más tiempo

Verano es sinónimo de vacaciones, ya que muchas personas dejan su mes entero para tomárselo en julio y agosto, y en casi todas las empresas se reduce la jornada trabajando solo hasta las dos o las tres de la tarde.

Esto significa que tenemos más tiempo para nosotros mismos, más horas en las que salir a divertirnos y encontrarnos con otras personas que buscan ligar, de forma que con ese tiempo extra aumenta mucho la posibilidad de dar con una pareja o con alguien con quien tener una relación corta y apasionada.

No estamos tan cansados

Estar agotados y ligar no suelen ir juntos, ya que hay momentos en los que ni siquiera nos apetece salir de casa, algo que pasa fuera del verano cuando estamos trabajando y tenemos múltiples tareas.

Tiene relación con las horas de luz de las que hablábamos antes, además de que por norma general las obligaciones se relajan bastante.

Los estudiantes tienen un par de meses libres, uno los trabajadores, muchas actividades de ocio se paran en esta época y no se reanudan hasta el otoño e incluso algunos compromisos familiares o con amigos desaparecen porque cada uno está en una punta del país.

Al tener más energía deseamos ir a divertirnos, pasamos las tardes en las terrazas, en la piscina, en la playa, salimos por la noche, etc., de forma que siempre estamos con personas nuevas, las cuales tienen las mismas ganas de ligar y de divertirse que nosotros, por lo que no es raro que surja la atracción.

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