La autoevaluación testicular es la exploración de los genitales masculinos a través de la palpación de los testículos, práctica gracias a la cual se pueden identificar a tiempo algunas enfermedades, como tumores, espermatoceles o cualquier otro tipo de afección y dolor en la zona.
La autoexploración te ayuda a observar si ha habido o no cambios en las glándulas masculinas; por ejemplo, si tiene un crecimiento inusual o protuberancias (parte saliente con una forma más o menos redondeada y que son el principal indicativo de algunas enfermedades).
Si te encuentras en una edad comprendida entre los 15 y los 35 años, es recomendable que empieces a hacer una rutina de autoevaluación testicular una vez al mes como mínimo. Es una práctica sencilla, que se puede empezar a los 20 años o incluso en la adolescencia para tomar conciencia y conocer mejor tu cuerpo.
De esta forma, es más fácil notar los cambios y detectar a tiempo enfermedades de cualquier tipo. ¡Inténtalo!
Pautas para hacer la autoevaluación testicular
Las exploraciones testiculares pueden hacerse de dos formas: por un lado, puedes tocar y observar si hay diferencias internas en tu piel, mediante la aparición de bultos; y por otro, observar las características que se ven desde fuera, como el color de la piel.
El mejor momento para hacer esta autoexploración es en la ducha, ya que el agua caliente ayuda a la relajación de los tejidos y es más fácil darse cuenta de las anomalías. Podrás notar en segundos, solo palpando, si ha aumentado su tamaño o si los conductos testiculares han engordado ya que, al estar en la superficie testicular, suelen tocarse con más facilidad.
Cuando te explores, hazlo con las yemas de los dedos índice y pulgar. Debes notar que los tejidos permanezcan blandos y elásticos, con forma de óvalo. Si después de seguir estos pasos, notas diferencia, no dudes en acudir al médico para una evaluación más profunda. Y si ves que todo sigue igual, pues mucho mejor para tu salud.
¿Cómo son unos testículos normales y que anomalías puedo encontrar durante la exploración?
Hay otros casos en los que esta parte masculina presenta diferencias entre su forma anterior y la actual, y es el momento en el que saltan todas las alarmas. Por ejemplo, puedes encontrarte anomalías como:
- Dolor y mayor sensibilidad en la zona genital
- Pesadez en la ingle, en el escroto o en la parte baja del abdomen
- Cambios en el aspecto o textura de los testículos
Ahora que ya tienes unas mínimas pautas para empezar una rutina de autoevaluación testicular, es el momento de empezar a tantear para evitar e identificar posibles anomalías en su estructura o funcionamiento. ¡Y no olvides acudir a tu médico de inmediato, ante la más mínima duda durante la exploración!
